lunes, 14 de diciembre de 2009

Campo de flores en noche estrellada

Tinta china y lejía (15x50, por ejemplo).


La otra noche me fui a dar un paseo por el campo, y estaba toooodo lleno de flores.
- ¡Achús! -decía mi alergia.
- ¡Qué chulo! -decía yo.
Le hice una foto/dibujo, que se llama Campo de flores en noche estrellada (5 años después).
Viendo la imagen, me pregunto si las estrellas y las flores no serán lo mismo. Es decir, las estrellas me parecen flores que han perdido los pétalos. Y viceversamente, las flores ¿no serán estrellas que han florecido? Que han echado pétalos, vamos.
En el dibujo se pueden ver algunas estrellas que han caído al campo, y ahí andan, tan integradas entre sus congéneres floriles.
Se podría hacer una determinación de magnitudes y compararlas y blablablá... pero ya digo yo que no hace falta: creo yo que cuando hablamos de flores y estrellas, en el fondo hablamos de lo mismo.

Indudablemente, el diagrama H-R ya no vale. Está mal.



lunes, 26 de octubre de 2009

La Baldosa Flotante



Cojonudo, y punto pelota.


Para flotar más, visita su blog, myspace, vídeos... o mejor, busca y rebusca, que hay cositas...

viernes, 14 de agosto de 2009

Cuentos de playa (4): La ola

Acuarela. 23 x 16 cm.


- El mar últimamente anda revuelto.
- Sí...
- ¿Y cuánto lleva así? ¿Cuánto tiempo?
- Hummm... Pues llevará casi un mes. Esta tempestad comenzó una tarde en que el mar se fue a ver un partido de hockey. Cuando vio que el público del partido hacía la ola mejor que él (¡que el propio mar!) se enfadó mucho, y desde entonces no para de practicar.

15 de julio de 2009

jueves, 2 de julio de 2009

Flores medio muertas

Acuarela. 30x20 cm.


El otro día volviendo de Madrid me dí cuenta de una cosa muy fea que me ha pasado. Se me mueren las flores.
¡Ay, ay, ay qué pena!
Pensando, pensando, es normal... Después de no sé cuántos meses yendo a un lado, a otro, a mi nube, bajar de la parra, volver a mi nube, pues se me olvidó regarlas como debiera.

Qué feo. Y qué pobres, que ya apenas se me soportan en pie.

Además, que este tipo de flores no son como las demás, y no se puede dejar a nadie encargado de regarlas y cuidarlas, no. Es algo que tiene que hacer uno.
¡Ay, ay, ay qué pena!

...

Han pasado los días y pienso que muchas de ellas mejor muertas. Así me dejarán espacio para plantar semillas nuevas.



lunes, 29 de junio de 2009

Moralejas (2)

Últimamente con el coche paso frecuentemente cerca de un pueblo que se llama Moraleja de Enmedio. Y siempre que veo el cartel del pueblo pienso la misma tontería: "Moraleja de Enmedio: la moraleja ambigua".

Me pregunto si habrá algún cuento de moraleja ambigua.

Desde luego las de los cuentos de este pueblo son probablemente las que más se acerquen.

Moralejas

Moralejas suena a mollejas, a urbanizaciones pijas y casquería en general.

No era esto lo que quería escribir, pero me gusta y lo dejo así.

domingo, 28 de junio de 2009

Diorosotela

Vídeo recién parido. Las fotos y dibus son míos. La música es de La Baldosa Flotante (Diorosotela).
Preparando ando un monográfico de La Baldosa.

sábado, 23 de mayo de 2009

Cuando las nubes echan raíces se convierten en árboles (2)

Digo yo que ya va siendo hora de echar raíces.

domingo, 26 de abril de 2009

La pereza y la sombra

La verdad que podría ponerme a decir cositas y cositas (chorraditas y chorraditas) sobre la sombra, que ciertamente da mucho juego (desde las cavernas hasta las nubes voladoras), pero no es el caso.
Últimamente hay mucha pereza y pocas sombras.

El tema del vídeo es Maahan, de Alamaailman Vasarat, y las imágenes, caseras.


domingo, 15 de febrero de 2009

Cuando las nubes echan raíces se convierten en árboles

Imagen en negativo de un dibu a tinta china. 30x20 cm. aprox.


Las nubes son viajeras.
Y listas, pues se aprovechan, como las aves migratorias, de las corrientes de aire para desplazarse.
Hay nubes que vuelan bajo y se dejan ver como si estuvieran posando, y las hay altas, más orgullosas y distantes. Cuando son muy cariñosas se te acercan tanto que te nublan la vista, bajan al suelo y, como niebla, te envuelven.
A veces me gusta y a veces no, pero lo suelo echar de menos.


También suelen aparecer y desaparecerse, como por artes mágicas. Se condensan a voluntad de tal manera que donde antes sólo había cielo ahora hay un rebaño de ellas. Cuando se aburren se van con viento fresco, o simplemente se re-evaporan y desaparecen elegantemente, un poco por la puerta de atrás, pero siempre sutilmente y sin llamar la atención.

Las nubes tienden a ser redundantes, por qué si no iban a re-evaporarse.

Cuando una nube se enfada se le nota en la cara, les es muy difícil disimularlo. Se les oscurece la mirada y la sangre se les sube a la cabeza, agrisándolas y ennegreciéndolas. Y hacen muecas llenas de volutas, retorcimientos, espirales y de todo. Hasta resoplan... Si te encuentras con un grupo de nubes enfadadas lo mejor que puedes hacer es resguardarte, porque si no lo más probable es que te escupan y te empapen.
Esto en ocasiones sí me gusta.
Echan miradas asesinas como rayos y como son muy celosas, a veces se las echan entre ellas y a veces se las echan a tierra. Si te pilla una de las últimas, seguramente que será una mirada fulminante.
Yo muchas veces echo miradas asesinas, pero no tan efectivas.

Hay nubes depresivas que pueden pasarse días y días llorando. O se cogen rabietas y te sueltan todo en tromba. O amenazan con contarte la historia de su vida y luego se arrepienten y se callan.
En días despejados puede pasar que sin saber de dónde, te han caído unas gotas de lluvia: son lagrimillas que se le han escapado a una nube y como son vergonzosas, se han re-evaporado.

Volviendo al principio, si hay algo que caracteriza a una nube es su nomadismo, pero ¿qué pasa cuando se cansan de tanto moverse, de tanto no estar en ningún lado?

Es lo que pensaba escribir hoy pero como me he enrollado mucho, lo dejo para otro día.